El asesoramiento previo y fijarse no sólo en el precio del electrodoméstico sino en su consumo a medio y largo plazo contribuyen al ahorro en la factura final

ACERTAR EN LA ELECCION

El aire acondicionado ha dejado de ser un sistema de ventilación elitista. Su expansión en los hogares es un hecho. Con independencia de que se resida en Andalucía, con temperaturas que sobrepasan los 30º de media los meses de verano, o en la Cordillera Cantábrica, los aparatos de aire acondicionado son las verdaderas estrellas en materia de refrigeración.

Un dato que revela que cada vez menos personas están dispuestas a pasar calor, siempre que se pueda evitar mediante la compra de aparatos, disponibles a partir de 300 euros. Ahora bien, conviene tener en cuenta que el precio final que supone la utilización de un sistema de aire acondicionado en una vivienda va más allá del coste del equipo. El abuso de este electrodoméstico puede costarnos muy caro, ya que acaban de entrar en vigor las nuevas tarifas eléctricas, con un incremento medio del 5,6% en la factura.

La cuestión, por tanto, no es baladí. Más del 11% del consumo eléctrico en España se debe al uso del aire acondicionado en hogares y sector servicios. Las familias que tengan contratada una potencia de entre 5 a 10 kilovatios (el segundo tramo más demandado y casi irremediablemente necesario si se dispone de aire acondicionado) verán su recibo de la luz incrementado en más de un 8% de media. A la vista de este panorama, no está de más considerar una serie de recomendaciones que ayuden al ahorro ante la instalación y uso de un sistema de aire acondicionado en casa.

LAS OFERTAS: lo barato puede salir caro

Desde 2005 no había veranos tan calurosos como los dos últimos, circunstancia que unida a la crisis económica contribuye a que en cuanto aprieta el calor abunden las ofertas de diversos tipos de aire acondicionado a precios muy rebajados. ¡Cuidado con ellas! Dejarse llevar por un precio inicial muy bajo podría ser perjudicial para la economía doméstica familiar a largo plazo ya que, tal como advierten los expertos medioambientales, algunos aparatos demasiado baratos suelen consumir mucha energía debido a su anticuada tecnología, con el consecuente reflejo en la factura eléctrica.

Lo más conveniente es que un técnico acuda a la vivienda, tome medidas y evalúe sus características. Una superficie determinada precisa unas necesidades diferentes si está en un patio interior, es una salita pequeña o se usa tan sólo para dormir.

Acudir por cuenta propia a un establecimiento y solicitar un aparato cualquiera en función de los metros de la casa no suele ser muy efectivo. Hay que asesorarse con los técnicos y dejarse aconsejar por su buen criterio.

Si necesita asesoramiento no dude en ponerse en contacto con nosotros y estaremos encantados de ayudarle

fuente:consumer.es

Compártelo

Deja una respuesta